martes, 8 de octubre de 2013

En el borde de la piel de toro I. Cabo de palos / Islas Hormigas (Murcia)



 Comenzamos con esta entrega la serie que vamos a ir dedicando a nuestras costas, y a las inmersiones que en ellas vayamos realizando. El haber elegido como primer destino la Reserva de pesca marítimo-terrestre de Islas Hormigas, es fruto de la reciente adquisición de nuestra cámara sub-acuática y a las consiguientes primeras grabaciones, siendo esto escusa para nuestros fallos y acicate para futuras mejoras en su uso. Pronto iremos grabando otro lugares, con encanto sobrado, dentro de nuestro paisaje sumergido.    
Islas Hormigas se compone de tres bajos (nombre con el que se conoce a los montículos submarinos) y en esta ocasión pudimos visitar los dos más cercanos a la línea de costa, de nombres Piles I y Piles II, en cuyas inmediaciones fuimos descubriendo una abundante vida. Cerca de su fondo de arena tuvimos la oportunidad de descubrir un ejemplar de tembladera (Torpedo marmorata--Clase Chondrichthyes, Subclase Elasmobranchii, Superorden Batoideos, Orden Torpediniformes, Familia Torpedinidae, Genero Torpedo) o raya eléctrica que es por esta propiedad conocida desde la antigüedad, y utilizada como fuente de cura en jaquecas y otros males, pudiendo suministrarnos alegres dosis de entre 60-90 voltios. Este bentónico tiene sus fechas de apareamiento de Noviembre a Enero, es vivípara sin placenta,y normalmente solitaria. 



Continuamos con nuestro deambular sumergidos; cuando feliz como, o entre, castañuelas (Chromis chromis) nos vimos rodeados por este banco de barracudas o espetones (Sphyraena sphyraena).Que a pesar de no comportarse agresivamente, puedo asegurar que ponen la piel de gallina al aquí abajo e incauto rodeado. Este carnívoro perteneciente a la familia esfirénidos cuenta con este representante en aguas mediterráneas y forma estos impresionantes bancos cuando los ejemplares son jóvenes. Caza al acecho, realizando cortas pero fulgurantes carreras, y suele nadar en círculos con rumbo errático cuando se encuentra en situación de peligro.




Durante toda la inmersión encontramos magníficos ejemplares de meros (Mycteroperca rubra; componente de la familia Serranidae, sub- familia Ephinephelinae, genero Mycteroperca) que habitan las rocas y cuevas de estos bajos. Tiene como curiosidades el cambio de sexo a lo largo de su existencia y ser un hábil cazador de pulpos.


Es bueno ir rezagándose para mirar entre las grietas de estos roquedos; allí podemos encontrar los más diversos habitantes de este singular paisaje, como es el caso de nuestro cangrejo ermitaño (Dardanus arrosor). Este crustáceo debería de ser patrón de los okupas,pues aprovecha cualquier concha abandonada y sin firmar letras o pagares allí se instala, castigo de los usureros, banqueros y azote de burbujas inmobiliarias. Y si fuese poco vive en simbiosis con anémonas y esponjas, vamos que es el espíritu de las tesis mutualistas de Koprotkin en forma sub-acuática.








Salpas (Sarpa salpa) en tropel, junto a castañuelas, nos fueron acompañando durante este agradable y visual paseo por las costas de arena y roca, de lo poco que nos queda intacto, en la costa mediterránea. Este miembro de los Spáridos es también hermafrodita proterándrica (el macho se transforma en hembra, o sea transexualismo naturalmente), y un herbívoro que ayuda a mantener a raya a las algas invasoras como la caulerpa. Su carne acumula toxinas lo que la hace incomestible.



Para finalizar; tuvimos la oportunidad de despedirnos, con esta bella imagen que nos invita a volver pronto a las profundidades.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Venezuela; lugar de piratas y ensueños.

                                            Miniatura

Viajar por Venezuela es siempre un mundo de sorpresas y aventuras; tierra de piratas es todo un mundo de contraste y lugares inolvidables. Recomendamos a los aventureros que se armen de paciencia y ganas de llegar a los lugares por encima de las, pequeñas o grandes, sorpresas y dificultades que encontraran a buen seguro.


Elegir lugares para visitar en un lugar como Venezuela es harto difícil; pues el desarrollo está arrinconando muchos de sus lugares más emblemáticos y el turismo masivo acaba con otros no faltos de belleza (un ejemplo puede ser el Salto Angel o los Llanos), unido a una falta de profesionalidad en las gestiones de los tour-operadores locales. Nosotros vamos a recomendar tres sitios para olvidar y perderse en ellos. 
1º La Estación biológica internacional de Hato Piñero en el estado de Cojedes los Llanos centrales (Venezuela).
2ºLa desembocadura del río Orinoco en el estado Delta Amacuro (Venezuela)

y 3º El tepuí de Monte Roraima en provincia Bolivar (Venezuela) 
El primero de nuestros favoritos es un lugar de ensueño para los amantes de la ornitología; en un solo día y nosotros que no somos unos expertos en el tema de las aves pudimos ver más de 100 especies de estas que  harían las delicias del más puesto en el tema. También los amantes de los invertebrados encontramos en este lugar  un sitio para disfrutar de lo diminuto, y diverso del proceso evolutivo, con manifestaciones tan espectaculares como el género Caligo (en este caso la spp Eryphanis polyxena) y su estrategia de cripsis, al menos ante el aparato ocular humano.
                                               Eryphanis polyxena (genero Caligo)

Pudimos contemplar vertebrados, como la iguana verde (Iguana iguana), descansando en los troncos de la hacienda y disfrutar con los agradables llaneros en largas jornadas de exploración de la pista que nos adentra en la misma. Y sus manadas de capibaras (Hydrochoerus hydrochaeris) pastando en las abundantes lagunas que bordean la pista principal arteria de la hacienda (que tiene unos 70 Km de largo) que es transitable durante todo la estación seca-invierno boreal y parte de la húmeda-verano boreal. Nuestra recomendación es realizar el viaje en temporada seca y así tendremos más oportunidad de encontrar a sus habitantes más esquivos, un ejemplo es el jaguar, pues la limitación del agua les hace acudir a estas. 

                                                  Iguana verde (Iguana iguana)

                                              Capibaras (Hydrochoerus hydrochaeris)

Os vamos a mostrar en las siguientes escenas algunos de los muchos representantes del paraíso alado que es esta estación biológica, sin querer llegar al hastío que sería una muestra detallada de todas las especies que pudimos grabar.  

                                                  Nictibio (Nyctibius grandis)

                                                 Garza blanca real (Casmerodius albus)

Días de estación húmeda hicieron difíciles los encuentros con  mamíferos debido a lo impracticable de las rutas hacia el interior de la hacienda, pero hubo algún agradable encuentro como este oso melero (Tamandua tetradactyla) que hizo nuestras caminatas más fructíferas y agradables.  

Abandonados los Llanos centrales venezolanos acudimos a nuestro encuentro con el "río padre" el Orinoco en su desembocadura; este paraíso en claro retroceso debido a la colonización humana encerraba una de las más gratas imágenes del recorrido, las del encuentro con el ibis colorado (Eudocimus ruber) y sus vuelos en bandadas de cientos en los muchos brazos el delta del río. el llamativo color de esta ave se debe, al igual que con el flamenco, a su dieta de crustáceos con esta pigmentación.


Nuestra última parada por estas tierras la efectuaremos en el majestuoso tepui  Roraima; conocido por ser la "madre de todas las aguas" en sus cumbres se forman cauces que vierten a todas las grandes cuencas amazónicas, y sus areniscas son de las más antiguos estratos geológicos de la tierra. Formados durante la era precámbrica hace unos 2000 m.a. atesoran en su cima plana una de las floras y faunas más antiguas de la tierra, verdadero túnel del tiempo y la especialización evolutiva. Su cumbre tiene 2500 msnm de promedio y Sir Walter Raleigh fue el primer europeo en informar sobre ella en 1596 en "The discoverie of the large rich and beatiful empyer of Guiana" que pudo dar origen al texto de Sir Arthur Conan Doyle "The lost world"

                                                        Panorámica del tepui Roraima

La visita a Roraima implica un trekking de entre 5 y 8 ó más días, y la podemos descomponer en tres fases:
a. Acercamiento y subida al tepui --- 2 días.

b. Estancia en la planicie del tepui---- tantos días como podamos y más.

c Regreso al vil mundo moderno----- 2 dias.

En la primera fase tendremos duras caminatas de acercamiento a la base acompañados de un gran grupo de mochileros y indígenas con cargos de porteadores los unos y guías los otros (ojo con los últimos que son .............................................................................................................................................................). Es un sufrimiento que hay que aguantar para llegar al paraíso como en el bíblico jardín. Y os podemos garantizar que la más entrañable y amigable experiencia, junto con su magnífico paisaje y los increíbles vadeos, está resumida en las imágenes siguientes. Impresionante y os puedo garantizar que este ejemplar sigue vivo gracias a la camarógrafa que llegó a amenazar a los bravos porteadores pemones, y guías de ciudad, que querían matarla anclados en sus miedos y tradiciones.En su descarga solo podemos decir que "la pequeña tiene veneno en la piel..." y para ellos esto es suficiente. Si este argumento valiera para más de un político....la que se liaba en España sin ir más lejos.


 Serpiente de cascabel (Crotalus durissus ruruima)

 Finalmente y tras la impresionante subida con cascada"paso de las lágrimas" se llega a la roca de la "Tortuga voladora" y pueden pasar dos cosas. 1º Que hagamos como la mayoría y tras pasar una o dos noches en los abrigos de la zona, que son llamados hoteles, nos decidamos a volver a nuestro gratificante mundo moderno y entonces pasamos directamente a la fase "c" similar a la "a" ó 2º que decidamos explorar el tepui y alcanzar la "Proa". Si finalmente optas por la segunda opción pasaras a formar parte del reducido grupo de mortales que consideran que el ser humano es el "bastión de la inteligencia" como una frase sin sentido y un mero lugar común para la literatura humanista decimonónica, al mismo tiempo sentirás una tremenda euforia  viendo que todo rastro de la modernidad se aleja de vuelta a su lugar de origen. Dejando para ti una de las más logradas  catedrales de la evolución en los apenas 30 Km cuadrados que el tiempo geológico ha demorado para nuestro deleite.

                                                      Paso de la "Totuga voladora"

                                         Miniatura
La falta de nutrientes y nitrógeno en estos suelos ha sido superada por un paquete de estrategias carnívoras en las plantas que en la particular ecología del tepui ocupan el estamento de superpredadores en la pirámide de alimentación. Esto unido a la constante humedad y el escaso suelo han creado un maravilloso retrato de los tiempos pasados. 
                                   Vistas desde la planicie en orientación a la Guayana esequiva.

Pudimos tras días de dura marcha y pasando por lugares como el "triple punto", hito fronterizo entre los tres países que poseen la cumbre del tepui, alcanzar la "Proa" lugar mágico con vistas a la Guayana. 
                                          Miniatura

Despediremos esta breve visita con unas imágenes de un particular habitante de estas alturas; la ranita negra (Oreophrynella quelchii), especie heredada de los tiempos en que existía el continente Pangea.




jueves, 21 de marzo de 2013

Bears route.


                                     Imágenes : Natalia Rodriguez Pardo

                                     Texto y fotos : Gerardo Rodriguez Muñoz

 El final del verano, y comienzo del otoño, es una magnífica fecha para una escapada a la cordillera cántabra. Si elegimos la vertiente leonesa tendremos la oportunidad de pasar momentos maravillosos en sus bosques, que habrán empezado a teñirse de los colores del deshoje; y si por el contrario hemos elegido la primavera será un estallido de vida y brotes que embriagará nuestros sentidos. En definitiva; será buena cualquier elección de fechas.





Siempre he conseguido disfrutar en cada visita realizada a la Cordillera Cantábrica; no sé si debido a sus soberbios paisajes o a las magníficas observaciones que siempre hemos tenido en estos lugares. Tener la oportunidad de caminar las muchas sendas que rodean o ascienden al pico Catoute, desde el cercano pueblo de Salientes (León) ha sido una oportunidad para encontrar la naturaleza en su estado puro. En los estupendos bosques situados a las laderas de los picos cercanos podremos encontrar algunos de  los mejores representantes de la fauna ibérica, pongamos por ejemplo osos, lobos, urogallos,....; también cabe destacar las bien conservadas masas de arbolado y prados de montaña mediterránea.  

                                            Video I:  Bears route I. (comienzo 1 min. aprox.)

En los alrededores del pueblo se conservan una buena cantidad de corzos y demás especies cinegéticas que sirven de base alimenticia a la variedad de depredadores aprovechan la abundancia de brotes para ramonear durante todo el año. Y si nos paramos a mirar lo inmóvil llevaremos la agradable sorpresa de no dejar descanso a nuestros sentidos; sin duda es uno de los mejores lugares para los conocedores de los líquenes y musgos del bosque mediterráneos, hepáticas, plantas y en definitiva un paraíso para el botánico.

Salamandra común (Salamandra salamandra)
Anfibios,reptiles y todo tipo de invertebrados irán jalonando nuestros pasos, junto con aves tanto de arbolado como de espacios abiertos. Grandes carroñeros,azores y águilas harán sus vuelos en cual momento de nuestro recorrido; dejaremos la noche para encontrar búhos, lechuzas y mochuelos con sus presas. Pero si algún habitante de estos montes es seguro queremos encontrar es el oso, pronto hallaremos sus huellas por  arboles y sendas, si preguntamos a lugareños contaran mil historias de sus correrías y travesuras (sus colmenas son continuamente esquilmadas por este goloso) y con un poco de paciencia podremos observarlo en cualquiera de las laderas que rodean a la villa. En cuanto a los lobos o al urogallo; aún siendo más difíciles  de localizar las posibilidades las tenemos.  

Bears route II (comienzo 1 min. aprox.)

No dejemos pasar la oportunidad de encontrar a la cabra montes en los abruptos roquedos que coronan las alturas de este espacio natural. Y despidámonos con las ganas de volver que seguro se habrá quedado metidas en algún lugar de nuestra mochila.                                          

                                                    Bears route III (comienzo 1 min. aprox.)

martes, 12 de marzo de 2013

Aventuras en el sur de África III


                                              Texto y fotos: Gerardo Rodriguez Muñoz

                                               Imágenes: Natalia Rodriguez Pardo



Como parte final de nuestra expedición nos restaba el desierto de Kalajari, Ciudad del Cabo y vuelta a Johanesburgo. Pero no adelantemos acontecimientos y comencemos por el principio. El Kalajari es uno de esos nombres que, todo aficionado a las expediciones y la naturaleza, lleva clavado en su memoria; y ello no es así sin motivo, este desierto que se traga el delta del okavango es uno de los más maravillosos paisajes de África. Sus arenas son rasgadas por los cauces secos y cuando las grandes lluvias del norte quieren se convierten en verdes brazos del gran río, pero habitualmente su superficie está seca y hay que rasgar en ella para llegar al líquido. Siendo esta la única forma de conseguir su ración diaria. Aún siendo de esta manera son las arterias por las que fluye la vida entre un mar de dunas y estériles, y en sus bordes realizamos nuestras esperas para la observación de una fauna adaptada a este medio, presas y predadores merodean por ellas a la búsqueda de su sustento. En Agosto pudimos ver el espectáculo del nacimiento de los impalas; esos primeros pasos que en compañía de la madre son tan difíciles de dar y a la vez tan importantes, en apenas unas horas el pequeño debe de estar en forma para una vida donde la capacidad de correr es la única manera de evitar a los predadores. Estas bellas imágenes nos ponen el vinculo con estos momentos.   

                                                    Nacimiento de impala en el desierto de  Kalajari

Siempre a la espera del momento propicio podemos ver al predador cumbre de África; suele pasar el día entre los matorrales al acecho y en espera de que caiga la noche su mejor aliado para la captura de sus presas potenciales, que son en este lugar, los orixes del cabo (Oryx gazella) de larga cornamenta. Aquí son inexistentes otros grandes herbívoros habituales en el continente y los elefantes del desierto son peligrosa presa para ellos.

                                              León (Panthera leo) descansando en la pradera

Joven macho dormitando en las arena del Kalajari 

En las secuencias del orix podemos observar un macho con una buena cornamenta. A propósito de esta; comentar la diferencia entre machos y hembras de estos bóvidos, y su distinción que puede ser efectuada por la forma de la cornamenta: en los machos esta es recta desde la base hasta la punta y en las hembras se curva hacia el exterior. Normalmente forman manadas de hasta cuarenta ejemplares donde un macho dominante (se puede dar el caso de que sean varios) regenta a varias hembras, los ejemplares solitarios son más probables entre seniles y adolescentes y suelen ser el grueso de las capturas por sus predadores al ser considerablemente menor su capacidad de defensa aún armados con estas formidables armas naturales.

                                               Bello ejemplar macho de Orix (Oryx gazella)

Hembra herida en la pistas del Kalajari

En nuestro deambular por los cauces fuimos encontrando repetidas veces a este inteligente componente del suborden feliformia que constantemente recorría en búsqueda de caza o carroña los arenales. Territoriales y siempre alerta; en más de una ocasión los encuentros con estos formidables predadores no estuvieron carentes de tensión y miradas que helaban la sangre al más pintado, con todo son uno de los más genuinos habitantes de las arenas y praderas africanas.

                                                  Hiena moteada (Crocuta crocuta) en ronda

El zorro orejudo (Otocyon megalotis) en su subpoblación del área sudáfricana es otro de los habitantes de praderas y desiertos; tuvimos la suerte de ver repetidamente a este insaciable comedor de invertebrados en su continuo ir de aquí para allá al encuentro de algún termitero que echarse a la boca.

                                                    Zorro orejudo (Otocyon megalotis)

Abandonamos con tristeza este enclave único que es el Kalajari  para dirigirnos a otras tierras donde el verde y el mar hacen contraste con todo lo vivido en los últimos días. Pasamos de largo por Ciudad del Cabo no sin detenernos para ver a los simpáticos Pingüinos del cabo (Spheniscus demersus) a los que encontramos especialmente contentos y dicharacheros en unos momentos de febril actividad reproductiva como podréis ver en estas tomas. Monógamos y excelentes progenitores, en este caso son un poco tardíos en fechas reproductivas, suelen efectuar sus lances amorosos y cortejos a finales de Mayo. Lo que os garantizo es un inigualable espectáculo visual y sonoro. Antaño este componente del genero sphenicus era muy abundante en las costas de la zona, siendo el único que habita en tierras cálidas, pero en la actualidad está en serio peligro de desaparición por culpa del ¨Homo predator¨.

                                            
                                                         ¿pero que hacen estos pingüinos?

Pingüinos del cabo (Spheniscus demersus)

De vuelta a la capital tuvimos tiempo para localizar a la cebra de montaña (Equus zebra zebra) y así poder captar unas escenas de este bello équido en peligro de extinción en una de sus dos variante, la del cabo. A la otra, conocida por cebra de hartmann (Equus zebra hartmanae), la encontramos en las crestas de Namibia aunque no pudimos observarla tan a placer.

                                          
Cebra de montaña (Equus zebra zebra)

Nos despedimos de Sudáfrica poco a poco, hasta la siguiente...........................................................................................


martes, 26 de febrero de 2013

Aventuras en el sur de África II



Bellas vistas de las Victoria

                                      Texto y fotos: Gerardo Rodriguez Muñoz

                                      Imágenes: Natalia Rodriguez Pardo

                                                           Cataratas Victoria (Zimbabue)

 Abandonamos la República de Sudáfrica para adentrarnos en las tierras de Botswana y Namibía y así continuar con nuestra ruta por el cono sur del continente; nuestra primera escala la hicimos en el parque de Chove (Botswana) toda una aventura la terrible carretera para acceder por la ciudad de Kasane (siete horas doscientos cincuenta Km, por algo será), y aunque aprovechamos la cercanía geográfica para hacer una escapada por las impresionantes Cataratas Victoria en el río Zambeze (Zimbabue) así sentimos un poco las sensaciones de Livingstone, es maravilloso el paisaje del desplome de agua.

                                                        Antílope sable (Hippotragus niger).

Una vez en Chobe, y tras un recorrido plagado de leones, tuvimos el encuentro del día protagonizado por un hermoso ejemplar de Sable con su poderosa cornamenta. Este prodigioso componente de la familia bóbidae esta en fuerte peligro de extinción debido a la ambición por su potente y peligrosa cornamenta, la misma que  le sirvió para ganarse un puesto entre los ganadores de la carrera evolutiva, que ahora le juega una mala pasada

                                                             Leonas en el Chobe NP

Elefantes en el Chobe NP



                                      Antilope de los pantanos-sitatunga (Tragelaphus spekii)

Dejamos atrás el escenario del Chobe para adentrarnos en los pantanos del delta del Okavango, el mayor delta interior del continente y cuyas agua llegan hasta el desierto del Kalajari, allí pasamos tres días en una embarcación de madera llamada ¨mocoro¨ junto con un guía indígena rodeados de elefantes, leones y sitatungas por mencionar algunos de los habitantes del lugar. Para que os imaginéis como es este paraíso estas imágenes las tomamos en la avioneta a la despedida.

                                              Vistas y vuelo del delta del Okavango

Como había que continuar pues hicimos los kilómetros que nos separaban del siguiente destino, el Etosa NP, en tierras namibias; este sitio es para mí un reino de colores únicos, un intenso dorado solar que no tiene envidia a las tierras del Massai-Mara. Como cabía esperar la naturaleza de Etosa fue prodiga en momentos inolvidables. Leones tumbados acechando a la presa, que fácilmente pudimos ser nosotros a juzgar por nuestra locura al grabar estas tomas apenas unos metros de ellos, leopardos que se acercaban a beber en la noche en las proximidades de los campamentos donde podían ser filmados, elefantes (Loxodonta africana) bebiendo en las escasas charcas del habitad, y aves con la elegancia del secretario (Sagittarius serpentarius) que podemos ver aquí en búsqueda de alguna culebra que llevarse a la boca.

                                                   El secretary bird (Sagittarius serpentarius)

Elefante en Etosa 



                                                          Elefante en Etosa NP (Namibia)



                                          
                                        Leopardo bebiendo en abrevadero de Etosa (Namibia)


Cebras (Equus grevyi)


                                                         León en la pradera de Etosa NP

León descansando.

Nos dolió abandonar estos sitios, pero pronto se hizo un nuestro ánimo más fuerte la promesa de futuros lugares que explorar y así llegamos a la ¨costa de los esqueletos¨conocida por este nombre por los muchos naufragios que esperan desaparecer en las olas del tiempo varados en su arena. Allí rodeados por la inmensidad o aturdidos por el gruñir de manadas marinas tuvimos el momento de reflexión para comprender la angustia que debieron pasar los náufragos abandonados en una costa y separados del interior por un desierto de centenares de kilómetros culminado por un macizo montañoso inhóspito, y todo ello plagado de leones de las arenas. Si alguna vez decidiera una ubicación para el infierno de Dante este sería uno de los más firmes candidatos, pero a su vez poseído de una belleza sin mesura- como dijo Yukio Mishima ¨no debe de ser condenado a la categoría de feo aquello que nos horroriza¨.

                                                             Colonia en Skeleton coats.
Ejemplo de dirección de orquesta

Antes de dejar estas inmensidades con que nos regaló la vista Namibia solo nos quedaba por visitar (aunque muchos lugares se quedaron en posibles y futuros viajes, y otros sean quedado en el tintero para futuros relatos más localizados en particularidades naturales) todo un clásico de estas latitudes-Sossusvlei. Rios de tinta y metros de películas sean puesto en los más diversos sitios sobre este paraje; así que para no cansaros valga con estas tomas de uno de sus más conocidos rincones.

                                                         Dead-vlei, Sossusvlei-Namibia

continuará......

                               

miércoles, 13 de febrero de 2013

Snow leopard (Panthera uncia)




                                             Irbis, los fantasmas de la montaña en la tradición local.

                        Leopardo de las nieves (Panthera uncia)            

En la casa de las nieves puede uno desvincularse de todo lo que tiene de moderno para sentir la última de las fronteras.

Se estaba preparando una buena....
Antes de abandonar el gran valle del Indo tuvimos la oportunidad de localizar tres buhos chicos, que vigilaban desde un robusto chopo todo cuanto pasaba ante sus  ojos. Los dejamos en su tarea y comenzamos a ascender los estrechos desfiladeros que nos conducían a las cercanía del Rumbak Kangri (4.900 msnm) fui albergando la impresión de alejarme del mundo que conocía para entrar en un lugar donde todavía existen conceptos como eternidad, silencio, y placidez. Acompañado por los integrantes de esta expedición (Cesar - ornitólogo, Luis - biólogo, Fernando - montañero/naturalista, Natalia-documentalista-naturalista, y el que suscribe Gerardo - naturalista) pronto nos vimos embargados por el espíritu de la montaña y su habitantes; si bien el objetivo declarado era la observación del Irbis en su hábitat natural todo aquello que pasaba ante nuestras retinas era motivo de entusiasmo, y así fuimos contemplando todo un mundo que se ofrecía ante nosotros. Unos kilómetros atrás habíamos abandonado las rocas plutónicas del batolito de Leh, y estábamos cruzando las series metamórficas que lo rodean, subiendo el cauce de montaña que nos conducía hacia la aldea de Rumbak en las laderas del Stok Kangri. El río había dejado de correr para convertirse en una blanca y sólida superficie que a partir de aquel día marcaría ,cual un reloj, las continuas idas y venidas que realizaríamos por aquel valle. Llegamos casi al atardecer al abrigo de la aldea donde seríamos alojados por nuestros anfitriones en sus casas de montaña, fue agradable compartir con ellos el que sería nuestro primer té y la alegre conversación que siguió al mismo.

                                                          Buhos chicos (Asio otus)

Empezamos pronto nuestro primer día en busca del Leopardo de las nieves, y decidimos acertádamente  que las cercanías de la aldea era un buen sitio; argumentando que este estaba lleno de barales y donde estaba la presa estaría el depredador, pronto comprendimos lo acertado de nuestra elección. En la confluencia del valle de Kharlung encontramos su heces que estaban todavía calientes y contenían restos vegetales como corresponde esperar de un felino que ingiere hierva, Luis las enterró en un intento de conseguir que volviese a marcar y así confirmar su presencia continuada en la zona. Bajamos el valle principal en búsqueda de nuevos rastros, infructuosamente, pero con continuos sobresaltos y agradables sorpresas. Así recuerdo cuando vi una figura que en primera instancia creí que era un felino en el interior de una grieta del estrecho, para mi decepción resultó ser un impresionante buho real de Bengala (Bubo bengalensis) que no está nada mal para los ornitólogos. En nuestros siguientes días continuamos la exploración de otras cuencas subsecuentes a la principal y sus empinados valles, Husing y Tarbung en los que fuimos atesorando diferentes encuentros con la fauna local.

Buho real de Bengala. (Bubo bengalensis )

Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)
Encontrábamos a cada paso escenas que recordar; el Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) era un habitual en todos los pedregales y cielos de las montañas, junto con los bharales (Pseudois nayaur) que se habían convertido en nuestro cebo viviente para el gran fantasma del Himalaya. Este bello bóvido nos dio mucho juego pues en sus locas carreras por las laderas creímos, más de una vez, ver una persecución del ansiado leopardo; vayan aquí unas imágenes para este singular habitante de tan espectacular ecosistema.

Huellas de lobo.



                                                              Bharales (Pseudois nayaur)

Buitres del Himalaya (Gyps himalayensis) devorando los restos de un bharal llenaron el tiempo de una espera en el Husing que finalizó con una vuelta a casa rodeados por una tormenta de nieve que duraría toda la noche. A la mañana siguiente marchamos con la amenaza de una futura nevada hasta nuestro primer puesto; y tras una fría espera a diez y seis grados bajo cero decidimos dividirnos en dos grupos para realizar el trayecto hacia Tarbung, un primer grupo compuesto de tres miembros entre los que me hayaba  comenzábamos a descender cuando localizamos unas huellas de lobo (con todo probabilidad unos tres o más ejemplares) que confundimos en primer lugar con posibles ejemplares de nuestro ansiado felino. Nos lanzamos a una carrera descendiendo el valle azotados por el acicate de la posibilidad de avistamiento,y finalmente llegamos hasta Tarbung donde decidimos abandonar nuestra búsqueda, el regreso era largo y teníamos encima la tormenta que iba alcanzando cotas cada vez más bajas. Alcanzamos nuestro destino y descansamos al calor de la estufa en el hogar de aquella amable gente que  ha quedado para siempre en nuestro corazón. Empezábamos a estar preocupados, nuestro quinto día había concluido y continuábamos sin ver al fantasma, ¿sería verdad su sobrenombre?

                                                    Buitre del Himalaya (Gyps himalayensis)

Mapa de la zona.



                                     
Primeras vistas,en nuestro sexto día. 


                                     
continuamos maravillados.........

En asamblea solemne realizada la anterior noche decidimos comenzar nuestras esperas aún más temprano, si es que esto era posible, y allí estábamos como todas aquellas frías mañanas que habíamos pasado frente a la misma montaña. Luis decidió quedarse en el puesto para mirar mientras los demás intentábamos acceder al valle de Kharlung por una vía alternativa a la de la boca del mismo, al estar esta intransitable por el hielo, pesadamente alcanzamos la cuerda de la ladera izquierda y contemplamos para nuestro pesar que esta vertiente contenía hielo que haría aconsejable no continuar al no disponer del material necesario para seguir. Aprovechamos la altura tomada para mirar la ladera del Rumbak Kangri cuando vimos señales de Luis que nos indicaba que había visto nuestro objetivo en lo alto de la ladera de en frente, pasaron minutos interminables recorriendo cada rincón sin ningún resultado, decidimos volver al cauce del valle y nos pareció interminable los treinta minutos que tardamos en llegar a la altura de nuestro compañero. Allí recibimos la noticias que no queríamos escuchar; era un leopardo y había desaparecido entre las rocas, ¿que hacer? finalmente se impuso la cordura, si había estado allí era posible que continuase agazapado entre las rocas y eso nos daba la oportunidad de encontrarlo cuando tuviera que moverse. Pasó casi una hora hasta que surgió la primera voz de alarma, !ahí está! Aún pasó otra hora hasta que este aviso se convirtiera en la certeza de estar viéndolo y durante este tiempo dudas sobre la identidad de unas manchas que unos pensábamos eran rocas y otros habían visto moverse. Acertaron estos y todos ganamos uno de los grandes momentos de nuestra vida. Allí estaba magnífico ejemplar en lo alto de la roca. Fue pasando la euforia inicial y fueron pasando los minutos, cuando para nuestra sorpresa se convirtieron en dos y en tres leopardos y hasta cinco horas de inolvidables vivencias en las que pudimos contemplar una madre con sus hijos soleándose en aquellas crestas.

                                       Habíamos logrado ver al Irbis en su habitad.



       PD: Todo pasa, y estos emocionantes días en el Himalaya se fueron a formar parte de nuestros mejores recuerdos. Me queda agradecer a todos los componentes de la expedición estos días, y sobre todo a Natalia sin la cual nada hubiese sido lo mismo y nada tendríamos sin sus imágenes para hacer tangibles aquellos momentos.

Siempre atentos y en guardia para que nada se nos escape (fijaos que hasta el de los prismático tiene los ojos cerrados).

Monasterio de Leh